domingo, 4 de febrero de 2007

Para rellenar una soledad...

La cogió de la mano, lentamente a pesar de la confianza, la notó suave, templada, temblando... la luz también temblaba en sus caras, rasgando sus rasgos, deformándolos con sombras y luces anaranjadas. Sombras y luces de un pasado que las llamas estaban borrando, calcinando el esqueleto de un cuerpo muerto. El cielo parecía más alto que nunca, y las estrellas más pequeñas en aquella oscuridad más oscura. El mundo se había hecho más grande, o ellos más pequeños... pero estaban cogidos de la mano, aunque en realidad no se tocaran.
-Adiós.
-Sí, ya lo sé.
-Pues vete.
-Vete a la mierda.
-¿Para qué? Ya estamos en un sitio parecido...
-Serás gilipollas... qué coño sabrás!
-Sé que esto está muy lejos de un sitio que pueda darnos alegría.
-¿Un sitio?
-Nosotros, tú y yo...
-Entonces...
-¿Qué?
-Que dejes de decir sandeces, sobretodo ahora.
-Bueno, ya me he cansado.
-Y yo. Adiós.
Él no respondió; era el turno de ella. Los dos dijeron adiós y se quedaron uno junto al otro, cogidos de la mano. Vieron el cielo alejarse y oscurecer, y con él sus estrellas. Intentaron volar agarrados a alguna de ellas, pero se tenían de las manos, y no supieron que soltarse no era tan difícil como creían. Lo intentaban, pero eran incapaces, sus músculos no respondían a los estímulos de sus cerebros, o quizá sí.
¿Qué ocurre cuando no sabemos cuáles son nuestros deseos? ¿Deseamos, en realidad, si no sabemos qué? ¿Por qué continuamos agarrados de la mano? La costumbre nos hace, y nos deshace.

6 comentarios:

Esther dijo...

Gracias Kike, espero poder rellenar algo. Suerte en ese nuevo proyecto, dudo mucho que te vuelvas loco, incluso es posible que te de cierta cordura, sea lo que sea la "cordura". Un abrazo, cuídate.

Quique dijo...

Gracias a ti. No rellenas, creas espacio y tiempo. Quizá encuentre en la soledad una fuente de conocimiento, o quizá sólo un nuevo camino. Vinieron mis amigos esta noche a cenar, y, de repente, se llenó la casa de vida.
¿Nueva habitación? ¿dónde vives?

Esther dijo...

Que sensación más rara ¿verdad?, cuando se van todos de casa y vuelves a quedarte solo.
Vivo en Valencia, con "nueva" quise decir de hace unos meses.

Quique dijo...

bueno, me tienes que contar cómo es tu habitación. Cómo ves la ciudad de la que huí? cuéntamela...

Esther dijo...

La veo de tantas formas que en un mensaje no caben, podría resumirlo en un "genial", pero me parece muy pueril. Los pros ganan en número y calidad. De mi habitación hay poco que decir :)

¿Huiste?

Quique dijo...
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