domingo, 3 de diciembre de 2006

Act

-¿Vienes?
-¿Por qué?
-¿Necesitas una razón?
-Sí, ahora más que nunca.
-¿Por qué ese empeño?
-Dejé de querer; de creer, en ti.
-Ahí tienes la razón que pedías.-La falta de valor le obligaba a obviarse a sí mismo-. ¿Qué hice yo mal para tu desengaño?
-Volar de mí, la decepción soy yo.
-Dame tú ahora una razón.
-La realidad.
-No, la razón eres tú, no huyas a buscar culpables.
-No puedo enfrentarla a mí.
-¿O tú a ella? ¿Yo también soy la realidad?
-Sólo mía.
-Pues, ¿Por qué huiste de mí?
-Tropezaste con tu razón.
-Escapar de uno mismo…

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